marzo 7, 2007
La celebración del Día Internacional de las Mujeres (1), es cada vez más una jornada de amplísima movilización. Encuentros, marchas, reuniones con presidentes, jornadas de todo tipo: de lucha, de atención,…; simposios, homenajes, ferias artesanales, exposiciones, mensajes diversos, poesías, artículos, concursos de dibujo para niñas y niños, etc. Todo esto en diversas magnitudes: locales, regionales, nacionales, internacionales,…
Se ha convertido en un momento para hacer alto y celebrar por los logros obtenidos, hacer reconocimientos, y también para hacer balances, para reflexionar, seguir conociendo como afecta la inequidad de género a las diversas mujeres en sus diversas culturas y seguir diseñando estrategias hacia la equidad, hacia el ejercicio pleno de sus derechos. En la cultura occidental por ejemplo, ha habido muchos logros, algunos de ellos a pesar de ser relativamente recientes, se han incorporado tanto que ya no se aprecian como tales:
| “Recién en ese momento me enteré de que en el Perú se conmemoraban 50 años de la consecución del derecho al voto por las mujeres. Nunca me había puesto a pensar que ese derecho que yo veía tan natural, como ir a votar durante las elecciones, había sido conseguido por las feministas después de arduas batallas.» (2) |
Pero también hay mucho por lograr, baste con mirar el informe del experto independiente para el estudio de la violencia contra los niños, presentado por el secretario general de la ONU ante su Asamblea en octubre 2006:
| La OMS calcula que 150 millones de chicas y 73 millones de chicos menores de 18 años tuvieron relaciones sexuales forzosas o sufrieron otras formas de violencia sexual con contacto físico en 2002. De acuerdo con los cálculos de la OMS, entre 100 y 140 millones de chicas han sufrido algún tipo de mutilación/corte genital. |
La violación de los derechos de las mujeres sigue siendo muy grande y diversa y no sólo – como se tiende a creer – en los países no desarrollados o en los sectores populares de cada país en el mundo. En el Perú la situación no es menos dramática. Hay mucho por hacer, y en ese sentido es fundamental seguir construyendo la solidaridad entre mujeres, a nivel individual y social pero sobre todo a nivel colectivo, político.
Finalmente, queremos mencionar una forma de inequidad que observamos mucho desde nuestra institución, ya que tiene que ver con lo subjetivo, y por eso a veces imperceptible. Podemos afirmar que la inequidad en las relaciones, en los vínculos, en el ejercicio de los hábitos, está muy presente, más de lo que suponemos, y no por ser poco palpable daña menos a las mujeres.
| “Recuerdo que hace años, cuando Carlos y yo asistíamos a sesiones de terapia de pareja con un profesional de mucha experiencia siempre me quejaba de sentirme en desventaja frente a los ´argumentos masculinos´. Esto era interpretado como una dificultad mía, y así fue hasta que un día, una vez terminada la sesión, el psicoterapeuta abrió su agenda para marcar la siguiente cita: miércoles a las 7 p.m. (no lo olvido). Miró a Carlos y le preguntó: ´¿Estás de acuerdo?´, y cuando ya iba a anotarlo yo, desde atrás y sonriendo dije: ´ojo, yo no puedo´. Todos nos reímos, él me pidió mil disculpas. Me alegró que aquello que yo sentía se hiciera súbitamente obvio para ellos”.(3) |
Va desde aquí nuestra fuerza y solidaridad con todas las mujeres, sumándonos a la gran movilización en este día.
María Emilia Filomeno
Directora General
CEDAPP