diciembre 1, 2006
Seguimos reflexionando sobre la violencia de género en el contexto de los “Quince Días de Activismo por la No Violencia hacia las Mujeres” (25 de noviembre-10 de diciembre), siendo que además, la violencia sexual de género ha sido la causa de contagio y posterior muerte de muchas mujeres víctimas de VIH/SIDA. Lo recordamos este primero de diciembre, “Día Mundial de la Lucha contra el SIDA”. CEDAPP |
La violencia y la discriminación que sufren las mujeres en el mundo constituyen graves violaciones de derechos humanos así como problemas de salud pública, por su alta prevalencia. En efecto, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud reconocieron desde 1993 que la violencia de género es un problema de salud pública, y desde entonces se propusieron establecer una estrategia y elaborar líneas de acción que abordaran la agresión contra las mujeres como una emergencia de salud pública de atención inmediata.
La definición dada por las Naciones Unidas a la violencia contra la mujer es:
Todo acto de violencia basado en el género que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada (1). |
La violencia sexual (2) es una de las manifestaciones más frecuentes de la violencia de género en nuestro medio. Datos diversos revelan que “entre 12 y 25 por ciento de las mujeres han sido obligadas por su pareja íntima o ex pareja a tener relaciones sexuales alguna vez en sus vidas”[3]. Es así que este tipo de violencia ocasiona daños irreparables a las mujeres, sean niñas, adolescentes o adultas, y es causa en numerosos casos de maternidades precoces y forzadas que concluyen con abortos provocados o graves daños de salud física y mental de las afectadas, así como eleva el riesgo de deceso materno. Las mujeres menores de 15 años presentan una probabilidad cinco veces mayor de fallecer durante el parto que aquellas que están entre 20 y 30 años. Esta forma de agresión alcanza también a los hijos e hijas de las madres abusadas, pues, según un estudio llevado a cabo en Nicaragua, presentarían mayores niveles de mortalidad infantil.
Investigaciones actuales establecen que la violencia doméstica y la violencia sexual en la relación de pareja, incrementan el riesgo de la mujer de tener muchos hijos e hijas al restringir su libertad de decidir sobre su sexualidad y reproducción.
Asimismo, aquellas mujeres que viven situaciones de violencia disminuyen sustancialmente su tiempo de existencia sana. “La violencia es la tercera fuente de mayor importancia para la pérdida de años de vida saludable, después de la diabetes y las afecciones perinatales.” (4)
La violencia de género constituye, además, una importante causa de mortalidad, pues vulnera el derecho a la vida de miles de mujeres en el mundo. Con frecuencia comprobamos que los casos en que ellas mueren a causa de actos de agresión en relaciones de pareja van en aumento. Al respecto, el Informe Mundial sobre violencia y salud de la Organización Mundial de la Salud precisa que:
Maridos, ex cónyuges, novios y convivientes son responsables de la mitad del fallecimiento violento de mujeres en el mundo. En algunas naciones, la proporción de las asesinadas por sus parejas actuales o pasadas es del 70 por ciento. (5) En el Perú, es un fenómeno de grandes proporciones y graves consecuencias. |
En este contexto, el desarrollo y la implementación de políticas públicas que desde distintos sectores contribuyan a garantizar la prevención de la violencia de género, sanción efectiva a los agresores y la erradicación progresiva de toda forma de violencia, así como la atención de la salud de las mujeres con servicios especializados e integrales, son de urgente necesidad, a fin de contribuir a mejorar la calidad de vida, y el desarrollo humano y sostenible de hombres y mujeres en el Perú.
María Isabel Rosas Ballinas (6)
Especialista Invitada
CEDAPP