Detrás de cada adolescente que tenga comportamientos de riesgo, o que estén en conflicto con la ley, hay una historia de violencia, falta de oportunidades o de límites saludables.
No es solo una decisión individual: es el resultado de un contexto familiar y social en el que no hubo cuidado, acompañamiento y puesta de límites saludables y coherentes.