Término que no figura en el diccionario de la Real Academia Española ni en otros diccionarios de uso de nuestro lenguaje[1]. En inglés, resilience significa elasticidad, resistencia. Resiliente por lo tanto, elástico/a, resistente.
En el campo de la física [2], su significado es difundido como la capacidad que tienen algunos metales de recuperar sus propiedades luego de haber sido sometidos a fuertes presiones.
Para los seres humanos la resiliencia sería la capacidad que tienen algunas personas y colectividades de reponerse frente a las adversidades y construir sobre éstas. Algunos estudiosos sostienen que la resiliencia puede ser individual y colectiva. Para demostrarlo se apoyan en casos de poblaciones que se han repuesto rápidamente frente a catástrofes o guerras –serían las resilientes- y otros casos en que por el contrario, han pasado gran cantidad de años y no se observan mejoras significativas frente a las adversidades que vivieron –serían las comunidades no resilientes-.
La resiliencia no es una capacidad estática, es dinámica, y las personas pueden estar resilientes en determinados momentos de sus vidas y no estarlo en otros. Igualmente, se puede ser resiliente frente a algunas adversidades y no serlo o serlo menos frente a otras. Se sostiene también, que esta capacidad sólo se puede medir cuando se expresa. Es decir, cuando se producen las adversidades y las personas o las colectividades respondemos a éstas.
Es así, que los y las estudiosas de esta temática se han dedicado a indagar respecto a los aspectos que promueven la resiliencia –los factores protectores- y aquellos que por el contrario la disminuyen o anulan –los factores de riesgo-. El Dr. Elbio Suárez Ojeda, especialista argentino, sostiene por ejemplo, que hay dos factores que destruyen la resiliencia comunitaria: la fatalidad y la corrupción. Habría que seguir sus indagaciones y quizás hacer las propias. Sin embargo, no es una propuesta disonante. Es mas, parece tener ciertas posibilidades para ayudarnos a comprender este fenómeno tan comentado respecto a que las y los peruanos no mostramos mucha capacidad de reacción ante los múltiples atropellos de nuestros derechos, no tenemos clase política, no tenemos como pueblo una buena autoestima, etc.
Críticas mas significativas
Sumado a que probablemente por su relativa juventud es un enfoque cuyos conceptos presentan aún una serie de inconsistencias, se le hacen otras críticas. Algunos escépticos de este enfoque expresan su preocupación respecto a que el alentarlo signifique desestimar la lucha contra aquellas situaciones que agreden los derechos de las niñas, niños y adolescentes, como el maltrato y la violencia sexual por ejemplo, ya que lo que importaría aparentemente sería que aquellas y aquellos sean fuertes para enfrentar esas adversidades. Este efectivamente es un riesgo, pero en caso de funcionar de esa manera, creemos que se trataría de un mal uso de este enfoque.
Por otra parte, es obvio que no todas y todos resistimos o reaccionamos de la misma manera frente a las adversidades y que esto tiene que ver con nuestra historia previa, con cuán fuertes o débiles llegamos al momento en que suceden las adversidades… Existen estudios y enfoques en el campo de la salud mental, previos al de la resiliencia que demuestran que ésta es una preocupación muy antigua. El aporte de este enfoque consistiría entonces en el interés por promover principalmente la prevención, promover abordajes multidisciplinarios favorecedores de la salud mental y lograr convocar a muchas y muchos escépticos de los enfoques más conocidos de este campo.
La resiliencia, el desarrollo y la lucha contra la pobreza
Este enfoque que pone la mirada en el desarrollo de recursos protectores en las personas y las colectividades tiene similitudes con el enfoque de desarrollo de capacidades y defensa de derechos propuesto por Amartya Sen. Una razón es que los factores protectores internos parecen corresponder a las capacidades de Sen. Por otra parte, el enfoque de resiliencia habla como Sen, de una orientación más centrada en el individuo, de un desarrollo donde importa sobre todo cómo se desenvuelve el individuo en un contexto dado, más que el establecimiento de condiciones previamente definidas: cómo el individuo se sobrepone a las adversidades, más que pensar que no haya adversidades. El interés está puesto en que las personas y colectividades desarrollen sus potencialidades, y no cómo satisfacen sus necesidades de consumo.
La Resiliencia tiene también relación con los enfoques de desarrollo orientados a la satisfacción de necesidades: los factores protectores externos (incrementar los protectores y reducir los de riesgo) son evidentemente necesidades que satisfacer, pero también los factores protectores internos están comprendidos en las definiciones de necesidades como las de Max Neef, que integra las necesidades afectivas.
La resiliencia actúa indirectamente sobre todos los aspectos necesarios para el desarrollo: combate a la pobreza, empoderamiento, desarrollo ciudadano, etc.
CEDAPP trabaja este enfoque tanto a nivel de investigación como de propuestas específicas. Tuvo también a su cargo la producción del programa Resildata[3]
Nancy Fajardo,
María Emilia Filomeno,
Jean Podleskis.